martes, 6 de agosto de 2013

Renacimiento, revista literaria




            Playa o montaña; campo o ciudad, otra geografía ahora visitable es la literaria, más a mano, si cabe, sus latitudes y longitudes, más barato también su menú; y sobre todo, con mayores posibilidades formativas, créditos que en ningún momento deben desecharse.
            Particularmente, entre el material de lectura que este observador había incluido en su equipaje de vacaciones, retomo Renacimiento (Huelva, 1913), revista de literatura, arte y ciencias, de la que meses atrás (febrero) se celebró el centenario, homenaje  al cual la Diputación provincial  se sumó reeditando en forma facsimilar el número uno de la citada publicación. Un acierto vinculado al buen hacer de los autores que figuran en el sumario, con destacado papel para Rogelio Buendía, médico y escritor de Huelva y a quien, en el ámbito que tratamos, igualmente podemos encontrar en revistas literarias de similar reconocimiento y prestigio que Renacimiento, tales son Centauro, Papel de Aleluyas, Los Quijotes, Tableros, Grecia, Cervantes, Ultra, Horizonte y Alfar.
            Aparte ese interés cercano por Renacimiento, el general por las características de la revista literaria también se justifica, habida cuenta del amplísimo espacio que ésta ofrece a la imaginación, creación, placer estético y memoria, lo que favoreció siempre la transmisión  de las ideas de un determinado período, siendo constatable “que cada movimiento literario – Celma Valero-, haya tenido indefectiblemente su primera exteriorización en las páginas de alguna revista”. Desde un punto de vista distinto, y en el marco de la relación prensa.-literatura, a contemplar, además, el rasgo diferenciador de la propia revista literaria, definido por su periodicidad (semanal,.quincenal. mensual, trimestral…), lo que da como resultado una cierta capacidad de reposo y de profundización en los temas tratados: al tiempo, teje, establece una inevitable comunicación con los lectores y, en consecuencia, con la sociedad en la que se inscribe. Renacimiento confirma dicha realidad. Compromiso expresado por su redacción de “realizar una labor de cultura y de belleza, que es necesaria, absolutamente necesaria”. Como hoy. Con  “Palabra y media” atrevida, dispuesta. Con bríos; sin distancias.