martes, 29 de enero de 2013

Juan María Acosta Ferrero



Juan María Acosta Ferrero ha vuelto a escribir sobre Elena Wishaw (1857-1937), personaje de indudable atractivo cultural y no solo para el mayor conocimiento la ciudad de Niebla, cuyo patrimonio histórico, arqueológico, artesanal y costumbrista puso la citada en valor; también para el de Andalucía, según el mismo profesor Acosta demuestra una vez más a partir de la rigurosa trayectoria investigadora realizada sobre La Inglesa (así fue conocida popularmente), y de la cual son aportaciones del escritor, por ejemplo, una tesis doctoral (bajo la dirección de Alida Carloni. Universidad de Huelva), y dos libros: el actual, Elena Wishaw, 75 años después, y Elena Wishaw, entre la Leyenda y la Realidad (2003).
            Posee, además, Juan María Acosta DNI y ADN relacionados con el espacio que estudia, lo que le permite indagar con perfecto conocimiento de causa. Sobre una luz  directa damos, pues, referencia; sabor y ardor, en este caso, de aquello que para nuestro autor ha sido y es fuente de alimentación, reverberación interior, llamada  o invitación  a que los hechos (tantos y de tanto interés como se dieron en Niebla, uno de los núcleos urbanos más antiguos de España), se escriban hoy con letra clara y precisa. Es lo que en definitiva procuró Elena Wishaw al emprender la reconstrucción del pasado que le tocó en suerte y al que dedicó numerosos años de su vida personal, igual que, con respecto a Ilípula> Ilipla> Elepla> Lepla> Niebla, y en la idea de dejar en su sitio “lo de la tierra y el cielo”, Juan María Acosta (con La Inglesa en su justo punto de mira y reconocimiento), hace ahora.
            Y es verdad que, aun siendo incluso la Historia “algo que sucedió mucho antes de que uno naciera”, y que sobre ella siempre importara junto a la realidad “los colores de lo imaginario” (so pena que sus habitáculos pudieran perder la condición de habitables y creíbles), ni lectura ni interpretación en torno a los acontecimientos deben olvidar que, en primer lugar, nos encontramos ante una disciplina académica, y con fuerza que radica principalmente en la documentación proporcionada. Probidad y deontología a las que el profesor Acosta nos tiene acostumbrados.  

martes, 22 de enero de 2013

La tormenta perfecta




            De ciclogénesis explosiva y barcina va esta vez el comentario, y porque ambos términos (en el diccionario muy alejados el uno del otro: menos en la realidad), se asociaron sin culpa de casi nadie (determinante el casi, aquí), y coparon los titulares de los últimos días. En el caso de la ciclogénesis explosiva o “tormenta perfecta”, en la forma y fondo que caracterizan a este fenómeno natural y borrascoso, con capacidad para generar vientos violentos y fuertes lluvias en breve plazo de tiempo y consecuentes alteraciones climáticas durante su proceso. Pero, aparte los estragos del agua cuando cae de la suerte citada, más daño provoca, con seguridad, la rápida e intensa irrupción de las barcinas en el panorama social, las cuales, prietas, controladas con alevosía y premeditación por los barcinos de turno, no transportan paja como antaño, sino euros: cientos, miles, millones de euros de acá para allá (entiéndase de España a bancos extranjeros y paraísos fiscales de medio mundo), fruto del negocio sucio, encubierto, …Y como si nada O como si todos en esta vida (y en la otra) actuaran igual que ellos, fueran de idéntica condición. Mas no, afortunadamente no. Y fácil resulta comprobarlo. Con solo poner atención al callejeo diario, se puede distinguir el paso y el peso de cientos, miles, millones de pobres, mansos, sufridores, pacíficos…; gente, en definitiva, honrada, limpia de corazón, ceñidísima a cinturones, recortes de sueldos u otras imposiciones materiales difíciles de soportar. Una ciudadanía que además, con conocimiento de causa (la ignorancia es de época pasada), sabe a la perfección las reglas del juego democrático que se dio, cree en el mismo y funda en este su compromiso. Cientos, miles, millones de españoles para quienes el destino de la tormenta perfecta estará siempre en su propia y pronta disolución, mientras que, por el contrario, el tormento, atrás ya el éxtasis del poder y del dinero, debe quedarse. En las conciencias de los defraudadores digo, conforme obre la justicia.  Dentro el barcino corrupto, si cabe, de una barcina metálica.

martes, 15 de enero de 2013

San Antonio Abad, en Trigueros



El tiempo no corre; vuela. Menos en Trigueros, donde la tradición aprendió a recuperarlo colmándolo de gracia, belleza y sentido. Así, por ejemplo, la imagen que el pueblo ofrecerá la noche de mañana, miércoles 16, con sus candelas, nunca quemantes, las cuales, además de purificar el ambiente, rompen el cerco de las sombras a la vez que asumen ser elementos de primer orden, vestigios necesarios según la luz lo es siempre para la vida.
            En seguimiento también de otra de las manifestaciones triguereñas propias de estas fechas, y ajustada igualmente al ritual dedicado cada mes de enero al patrón local,  San Antonio Abad (San Antón para la mayoría de las poblaciones españolas), a considerar, rumbo a ninguna ausencia, la búsqueda y sincronización de todas las voces posibles (pasadas, presentes y futuras), para cantar las vísperas, las tercias…
            Ello, sin distraer tampoco la mirada cuando –nuevo valor que sumar al conjunto de la fiesta -, supuesto asimismo en los animales (caballos, pájaros, etc.), un cierto estado de conciencia cívica y religiosa, estos den, acompañados por sus dueños, nueve vueltas a la iglesia parroquial ya sea para implorar la bendición del Santo, ya para recordar las nueve virtudes que al citado les son reconocidas, a saber: humildad, paciencia, castidad, modestia, misericordia, prudencia, entrega, vigilancia y constancia. Un currículum personal insuperable, como cabe observar, y por el que San Antonio Abad no dejará de recibir aplausos y vítores en su paso y a su paso por las calles de Trigueros, procesión tras la misa solemne y posterior toma de la vara de mando por parte del vecindario y de manos del alcalde. Serán, sin duda, los momentos más esperados, máxima expectación con San Antonio Abad junto a sus paisanos, por espacio de día y medio, entre fuegos de artificio y tiradas de viandas diversas. Una auténtica demostración de devoción popular. Y lectura – si se quiere- abierta; estudio de alcance. E interpretación de conductas de extraordinario interés cultural. En Trigueros, nombre decisivo, inapagable. Invitación a comer su pan vivo.   
           

martes, 8 de enero de 2013

Ahora que tenemos tiempo



No vamos a contar mentiras, como dice la canción. Entre otras razones porque sería una necedad, aparte del mejor rendimiento que ofrece siempre la verdad. Por tanto resolvamos con la mayor naturalidad y sinceridad el proceso de búsqueda que propone el nuevo año, aun cuando caminar sobre la esperanza no conceda la condición de exento, llegado el momento de atravesar cualquier abismo. Somos el tiempo que nos queda, escribe a propósito, de forma bella y contundente J.M. Caballero Bonald,  íntimo y permanente intento el suyo de superar mediante la expresión poética las “insoportables y gustosas torturas de que son instrumento el reloj, el teléfono y el calendario”, según texto firmado ante El jardín de la delicias, de Francisco Ayala, por la viuda del escritor granadino, Carolyn Richmond. 
            En el 2013 recién iniciado acaso convenga tal lectura de la vida, siquiera para que, de una parte, el propio tiempo no se destaque como oponente extraño, distinto y distante, sino como compañero de ese viaje real y simbólico que estamos obligados a realizar. Y de manera similar, porque tampoco es inhumano aspirar a la salvación una vez consumida la existencia terrenal que tocó en suerte.
            Dicha reflexión, además, desde la inquietud de este observador tras las anotaciones hechas sobre la tristeza  que desprendía el rostro de aquella chica asomada a la ría, la cual invocaba la luz nunca probada en la despedida de cada tarde. Cuántas veces –pensé – la  generalizada pretensión de los deseos, el clamor de los sueños, la locura de sabernos cuerpo si no de poema, al menos fragmento de una escritura amable, algo imposible en numerosos supuestos y cuando, despreciada la oportunidad que se brinda conforme es menester, la sorpresa – lógico- marchó a otras instancias más acogedoras. Qué pena entonces, apagados el oro, el rugido del tren personal. Tiempo así sin saber para qué ni por dónde, estrechísimo ya el vial a recorrer. Pero todavía tiene vigencia el rumor, es audible el mar, cabe llegar hasta él. Por ello, si procede, estas líneas, dedicadas a quienes hoy sin escepticismo, con amor y voluntad decidieron encarar su destino. 

sábado, 5 de enero de 2013

Mas de lo mismo



Todavía con alumbrado navideño, y ya en Cataluña, pese al reciente apagón de CIU, Mas, -¿mesías de qué naturaleza divina y con cuáles recursos?-, en plena celebración de su boda política con Oriol Junqueras (presidente de ERC), pretende, con menos, convertir el agua en cava. Un milagro, por supuesto, nunca a su alcance, y de cuya necesidad  -a votos igualmente representativos nos atenemos- reniega no únicamente la buena parte del electorado catalán que le diera la espalda, sino, por lo que se ve, también una porción importante de quienes le ofrecieron la cara. Y es que – calculado lo tienen los mismos catalanes-, el experimento, además de apuntar hacia soluciones imposibles, podría resultar carísimo. Mejor, por tanto, confiar en el capital que se posee, realidad y calidad atesorada en bodegas de grandísimo prestigio, lección aprendida después de muchos años de sana y rentable relación con los restantes pueblos de España (sobre todo), y de otras geografías.
            Mas, sin embargo (¡qué difícil a veces traducir a signos comunes algunos mensajes!), no ceja en su empeño. Hasta con inusitada rapidez eligió doce apóstoles para la prédica de sus principios. En catalán exclusivamente, claro.  Oscuro panorama. Porque sin desmerecimiento de dicha lengua, ¿cómo darse a entender sólo con ella a la comunidad nacional e internacional? ¿No es mejor que, lejos de cualquier reduccionismo, y según las exigencias del mundo actual, los catalanes, sin abandono de la inmersión lingüística propia, puedan, por ejemplo, dominar alternativamente el castellano, el inglés…, idiomas de pasado, presente y futuro ante la vida y los mercados? Incluye además esta vía el gozo de leer entre más y más creadores de primera fila y en lengua originaria, a  Garcilaso, S. Juan de la Cruz, Cervantes, Lope, Sor Juana Inés, Bécquer, Unamuno, Machado, Juan Ramón, Lorca, Borges, Valente…Un privilegio. Tampoco al margen, y mientras ultimo estas líneas, recordamos a Mas que de los doce apóstoles del Mesías, uno (Santiago) es patrón de España. Tome nota.