Brasa VII

De cómo influye el azul
sobre el blanco supuesto de la vida,
ya mezclada la justa proporción
de acidez y dulzura
para comprobar la obra, para ganar su carne,
creyó tenerlo todo aprehendido.
Luego instó a los lectores
a que resolviesen igual,
como técnica más segura
aquel estudio previo
de sí, lo que es
o hay en la misma luz
antes y después de pasar
página a este día distinto
en que, sin ver, creyó
que la noche pudiera olvidarle,
que el amor también se rayara
como los viejos discos de vinilo.

Chispa en el IES Odón Betanzos

            Del mejor fuego, el de la creación literaria, el cual resulta más vivificante, si cabe, cuando verso y prosa nacen de la inquietud y el sentir de los escritores más jóvenes. En este caso, representantes del alumnado de los colegios públicos e institutos de Rociana del Condado, Moguer, Palos de la Frontera y Mazagón, localidad ésta última en la que se ubica el IES “Odón Betanzos”, centro iniciador y promotor del certamen “Chispa” (en colaboración con la Fundación que lleva el nombre del académico rocianero), ya en su quinta edición, en cuya convocatoria actual , además de recordar la obra y figura del propio Odón, se ha querido también rendir especial homenaje a Amalia Míguez, viuda de aquél, fallecida recientemente.

            Que, a juicio del jurado del certamen, los trabajos presentados al mismo destaquen por su número y calidad media es un estímulo importante para todas y cada una de las comunidades educativas integradas en el ámbito de Chispa. Pero más lo es, sin duda, que, según los criterios en los que se fundamenta el mencionado concurso literario, al alumnado se le esté inculcando la fe en el valor formativo de la Belleza. En un mundo como el de hoy, donde tantas realidades diarias conducen sin remedio al espanto, esta posibilidad otra de orientar y extender humanamente los sentidos hacia una Naturaleza que  “no sabe ocultar nada al niño”, es, aparte de aleccionadora y gratificante, digna de  reconocimiento..

            Las Bases de Chispa recogen igualmente que el conjunto de los textos premiados sean publicados, en formato libro, dentro de la colección abierta a la memoria del certamen. Ello supone un acicate, cómo no. Aunque, muy en consonancia con el pensamiento de Odón, lo esencial, por la vía aquí de la expresión escrita, radica la búsqueda  de la libertad como norma, la colaboración como camino y  la dignidad de la persona como principio, tres pilares, tres objetivos, tres deseos para una única, fresca y porosa edad, la de los escolares, siempre de oro. 

    

             

La Casa Paco Girón

En el zaguán de abril, ante el cancel de mayo, y sobre paredes que nada dividen, el entumecimiento de la noche, por ley natural, en beneficio del día, es un hondo y cíclico ritual cuya celebración nadie quiere perderse. Normal, los poros de la vida  abiertos y expectantes, ahora, según  pasar al interior de ésta última permite acceder al sentido profundo y gozoso de ella misma.

            En la Casa Paco Girón, sita en la avenida Pablo Ruiz Picasso (zona del Saladillo), de la capital onubense, con inauguración prevista para fecha muy próxima, ya se respira también idénticas sensaciones, después de un tiempo frío, difícil y largo, si bien sumergido, junto a los impulsores y trabajadores del proyecto de referencia, en la certeza de la propia luz, la cual nunca consiente ensombrecimientos  para siempre.

            Por encima, pues, de las dificultades asociadas desde el principio a la construcción material del citado centro (alternativo y de tránsito), y con las puertas del  edificio a punto de abrirse, es de suponer que estos momentos lo sean de contenida alegría. En lo individual y lo colectivo. Y para Huelva entera, la directa beneficiaria de los servicios que prestará en adelante la Casa Paco Girón a personas con carencias sociales y precariedad laboral y económica.

            Grande, muy grande, tanto como la proyección de aquélla, es el espíritu de Paco Girón, herencia de un “cura torero dotado de la más bendita conjunción de valor y arte”, cuyo mensaje crece, sin duda, más allá de sí, o de las barriadas Fuentepiña y El Torrejón, la parroquia San Pablo, la Fundación Valdocco y la Asociación Agua Viva (todas vinculadas al pensamiento del citado sacerdote), porque lo que vieron sus ojos y forma parte del mundo de los más necesitados, es lectura en amor, imposible de desatender. Pero, con ser  importante lo conseguido, es evidente que lo fundamental está por llegar y ligado, además, al compromiso de mantener y ampliar dichos logros. La ciudadanía de Huelva y las instituciones y entidades provinciales lo saben. Que cunda la esperanza.     

En la casa de Mazagón con Juan Goytisolo, Manuel y Carmen Ciria

Reloj declinable

De nuevo a ti mi voz,
amada soledad la de estos claustros
en donde el toque del reloj
declinable
como uno en la memoria.
Ser con estar aquí.
Ventana a la tarde del amor
y sólo recodar aquel instante
para que el mar se agite.

Quién podría decirme,
explicar esta combustión,
mi más callado testimonio ahora
bajo la clara noche de diciembre.
¿Paz?: la única posible
en la poética de su aire,
todo el color del deseo
en aquella llama del mundo.

El mar de la confianza

Al mal tiempo, buena cara. Esto es lo que España, en el punto de mira de los mercados, debiera poner, y sin temor a la aflicción financiera que ella y el mundo padecen, por más que afuera la vigilen, analicen sus antecedentes, sopesen los consecuentes, la sometan a continuos exámenes y, en medio del asfixiante ambiente que le han creado, intenten abaratar su nombre so pena de empujarla hacia nadie sabe qué profundo precipicio. Para alucinar. O mejor, para rebelarse contra esas frías y turbias entidades cuyos números, lejos de apostar por soluciones de izquierdas o de derechas, sólo buscan la rentabilidad particular y al bajo precio que la agitación, la confusión y el miedo suelen fijar cuando el plan trazado (nunca de rescate, sino de hundimiento) ha logrado sus efectos en las entrañas de una sociedad, de un país. Para forramiento propio –insistimos-, según se ve, aunque no se entienda y menos se comparta, porque a cualquiera le duele -y mucho- que  le metan por la jeta las manos en los bolsillos.

            Con cuatro años hasta hoy – y el texto sigue-,  sujeta a dictados ambiciosos, y obligada, además, a cambiar lo que fuera oro, incienso y mirra (error gravísimo, siempre, creer que somos dioses), por presentes precarios y exentos de esplendor, aroma y humanidad,  las heridas en el cuerpo y el alma de España son, muy grandes, claro. Como mínimo, del tamaño de la oscuridad de los pretextos utilizados por los citados especuladores, cuyas actuaciones riman con las de algunos destacados políticos internacionales, los cuales, en palabra, obra y omisión, igual especulan. Pura hipocresía. Y a todo esto, que nadie mueva un dedo sin la ayuda del diccionario de términos económicos, pues un olvido tan simple pudiera ocasionar una subida de la prima de riesgo o un desplome de la Bolsa. Para descreerse, digo. O para – más sensato-, a  golpes de timón (nunca de pecho, porque la soberbia es pecado capital que incita al no reconocimiento de nuestras culpas), procurar enderezar el rumbo. Ganar el mar de la confianza como sea. Ya. Sin esperar al año que viene, un tiempo el actual muy distinto, por fortuna, al de la revista Hermano Lobo. Que tampoco nos lo arrebaten.

Al paso, el paso

En estos días, casi todas las miradas se concentran en él: cadencia, calor, color, esencia, arte…Y en un sentido u otro, cada cual también en su lugar, con sus interrogantes, inquietudes, preocupaciones de cualquier signo. Esto es lo que, en general, al paso, el paso deja entrever y es respuesta humana a su silencio, calma, abandono, serenidad, belleza y plenitud. Una representación la suya que, según estemos atentos a las voces que, ante o bajo el mismo, se escuchan (¡de frente, a la derecha, a la izquierda!), en muchísimos aspectos va ciertamente en correspondencia directa con la realidad de la vida. La de ahora, cuando la gente y las cosas no marchan como sería deseable; la de ayer, desde la falsa seguridad de aquel statu quo por cuya apariencia resultó imposible predecir (incluso a los gobiernos de las naciones), la arribada de la actual crisis, y la de mañana, la que acaso provoca mayor desazón, cuando el miedo tiene atrapado el riesgo y ni siquiera la propia naturaleza se atreve a mover una hoja. Dependiendo, sin embargo, del grado de necesidad que la sociedad tiene debieran  formularse, igualmente, las estrategias con las que alcanzar los remedios convenientes. Por lo tanto, y al hilo o significado de las escenificaciones que se ofrecen durante la Semana Santa en nuestras calles, ni imágenes de sufrimiento ni de muerte detenidas sólo en la observación de tales verdades del mundo y sin que aviven el paso hacia la resurrección. En dicha creencia, pues, dentro o fuera de lo religioso, invertir en educación y cultura, siempre será marca del mejor hábito, de idéntico modo que la confianza de y en las  personas es, conforme aconsejan las reglas, un buen cirio para esta dura estación de penitencia. A destacar en el presente contexto la anticipación positiva que supone el diálogo social, básico para cada “levantá”, miel para el progreso. Ningún aplauso cabría arrancar, en medio de la procesión, sin el citado. Una ausencia, además, por cuyo conformismo es fácil nos negaran no únicamente la papeleta, sino el sitio. Demasiado grave. Y estúpido.