Primero, por su condición de
profesor de autoescuela, me enseñó a conducir en carretera; después, desde su
ética y compromiso, en la vida. Muchas más personas seguramente puedan decir
igual que este observador. Ahora, como siempre, la actualidad de Juan Coronel, alcalde
que fue de Bonares durante casi treinta años, nos llega a través de la
presentación de una obra nueva, diferente, un libro, Economía Social. Una experiencia inolvidable (Ed. Fedeccon), título sentido y acertado, según en
este autor la capacidad de entrega y el rigor se perfilaron, con el tiempo,
como rasgos distintivos propios, santo y seña, marca inequívoca.
Por
lo común, los lugares que compartieron con nosotros vivencias esenciales,
suelen esperarnos, sin saberlo, y hasta la eternidad. En tal línea de
pensamiento, es fácil considerar que Bonares, espacio nuclear, y también Huelva
y Andalucía, estén con respecto a Juan Coronel en esa tesitura. Chorreantes, además,
de agradecimiento. Normal. De igual modo, ya con el citado libro en las manos y
conforme se hojean los diversos contenidos de sus páginas, se nos antoja asimismo
oportuna aquella reflexión de Francisco Ayala (El escritor en su siglo), sobre la comprensión de la obra escrita: “si
a la obra musical o pictórica tenemos acceso directo, la obra literaria no nos
dirá nada a menos que conozcamos el idioma en que llega a nuestros ojos y
oídos, y podamos entender el significado de las palabras y frases que la
componen”. Por aplicación, a no olvidar pues, aquí, la posible dificultad que,
en general, desprenda para la ciudadanía el concepto de economía social. Sucede, en
cambio, que aquello que la letra del libro explica fue antes materia vista y
oída, leída en sumo por varias generaciones, realidad ejemplar de Bonares,
Huelva y Andalucía, tan grande como ha sido en estos nombres la influencia del
mencionado modelo económico, al que incluso la Organización de
Naciones Unidad (ONU), reconoce como fórmula para la necesaria conjugación de
desarrollo local y justicia social. Vía o empresa que Juan Coronel presintió y
puso en marcha hace décadas. Hoy, el fruto es de todos. Pero el mérito, suyo.